Los rayos son uno de los fenómenos naturales más
espectaculares y peligrosos del planeta. A menudo aparecen acompañando
tormentas eléctricas y, aunque es común verlos a la distancia, el pensamiento
de que uno nos alcance parece sacado de una película o una tragedia lejana.
Pero, ¿qué tan probable es realmente que te caiga un rayo? La respuesta es
menos alarmante de lo que parece, pero aún así no debe tomarse a la ligera.
¿Qué es un rayo?
Un rayo es una gigantesca descarga eléctrica que se produce entre nubes o entre una nube y la superficie terrestre. Esta descarga ocurre cuando hay una acumulación excesiva de cargas eléctricas en la atmósfera, generalmente durante tormentas. La fricción entre las partículas de agua, hielo y granizo dentro de las nubes genera diferencias de potencial eléctrico. Cuando la tensión alcanza un punto crítico, se libera un rayo. El aire normalmente actúa como un aislante, pero cuando la energía eléctrica es demasiado alta, se ioniza, permitiendo el paso de la corriente. Esta descarga puede calentar el aire a temperaturas cercanas a los 30,000 °C, cinco veces más que la superficie del Sol, generando un trueno como consecuencia de la expansión rápida del aire.
¿Qué tan probable es?
En términos estadísticos, la probabilidad de que a una
persona le caiga un rayo en un año cualquiera es de aproximadamente 1 en
1,200,000, según datos de organismos como el Centro Nacional de Prevención de
Desastres (CENAPRED) y la Organización Meteorológica Mundial. A lo largo de
toda una vida, esa probabilidad sube a alrededor de 1 en 15,000, dependiendo de
factores como el lugar de residencia, la ocupación y el estilo de vida.
Por ejemplo, quienes trabajan en el campo o realizan actividades al aire libre (como deportistas, guías de montaña o agricultores) tienen un riesgo considerablemente mayor. En cambio, alguien que vive en una gran ciudad y permanece en interiores durante tormentas tiene un riesgo mucho menor. En México, los estados con mayor número de descargas eléctricas son Veracruz, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Guerrero, debido a su clima cálido y húmedo. En zonas como éstas, el riesgo de ser alcanzado por un rayo es mayor que en zonas áridas o secas como el norte del país.
Casos reales y efectos
Aunque poco comunes, los rayos han causado numerosos accidentes en México y el mundo. Las personas alcanzadas por un rayo pueden sufrir quemaduras graves, lesiones neurológicas e incluso la muerte. Se estima que en promedio, alrededor del 10% de las personas alcanzadas por rayos mueren, mientras que el resto puede tener secuelas permanentes como pérdida de memoria, trastornos del sueño, dolores crónicos o problemas de audición. Un caso notable ocurrió en agosto de 2023 en Campeche, cuando un rayo cayó en una playa y causó la muerte de una persona. Este tipo de eventos pone en evidencia la importancia de conocer y respetar las recomendaciones de seguridad ante tormentas eléctricas.
Cómo protegerse
La mayoría de los accidentes por rayos se pueden prevenir
siguiendo medidas de precaución básicas:
- Evita
lugares abiertos como campos de fútbol, playas o cerros durante una
tormenta.
- No
te refugies bajo árboles, ya que pueden actuar como pararrayos naturales.
- Desconecta
aparatos eléctricos durante tormentas eléctricas.
- Permanece
dentro de edificaciones cerradas o vehículos, que ofrecen protección al
actuar como jaulas de Faraday.
- No
uses objetos metálicos ni cargues paraguas con punta metálica en espacios
abiertos.
Una regla útil es la conocida como “30-30”: si después de
ver un relámpago oyes el trueno en menos de 30 segundos, estás en peligro y
debes buscar refugio. No salgas hasta que hayan pasado al menos 30 minutos
desde el último trueno.
¿Qué hacen las autoridades?
En México, el Servicio Meteorológico Nacional y el CENAPRED monitorean las condiciones atmosféricas y emiten alertas cuando hay riesgo de tormentas eléctricas severas. Además, existen sistemas de detección de rayos que permiten conocer en tiempo real las zonas con mayor actividad eléctrica. Algunas universidades y centros de investigación también estudian estos fenómenos para entender mejor su comportamiento y efectos.
Aunque la probabilidad de ser alcanzado por un rayo es baja,
el riesgo no es inexistente. Conocer cómo se forman, dónde ocurren con mayor
frecuencia y qué hacer durante una tormenta eléctrica puede hacer la diferencia
entre un susto y una tragedia. En la ciencia, entender los riesgos y actuar en
consecuencia es clave para proteger nuestras vidas.
Referencias y recomendaciones
- Centro
Nacional de Prevención de Desastres. (s. f.). Tormentas eléctricas.
Gobierno de México.
https://www.gob.mx/cenapred/documentos/tormentas-electricas
- Comisión
Nacional del Agua. (2023). Prevención de riesgos por tormentas
eléctricas. https://smn.conagua.gob.mx/es/
- Instituto
de Geofísica, UNAM. (2021). Preguntas frecuentes sobre rayos.
https://www.geofisica.unam.mx
- Protección
Civil México. (s. f.). Medidas de seguridad ante tormentas eléctricas.
https://www.gob.mx/proteccioncivil/articulos/tormentas-electricas
- Sociedad
Astronómica de México. (2022). Fenómenos meteorológicos extremos: los
rayos. https://www.sociedadastronomica.org.mx

Comentarios
Publicar un comentario