Efecto placebo: ¿puede la mente curar al cuerpo?

¿Alguna vez has sentido mejoría después de tomar una pastilla que luego descubres que no tenía ningún medicamento? Eso, en pocas palabras, es el efecto placebo. Una respuesta del cuerpo que ocurre no porque el tratamiento tenga una sustancia activa, sino porque creímos que sí la tenía. Este fenómeno ha fascinado a científicos, médicos y psicólogos durante décadas. Pero, ¿realmente puede la mente curar al cuerpo?

¿Qué es el efecto placebo?

El efecto placebo ocurre cuando una persona experimenta una mejoría en sus síntomas tras recibir un tratamiento que, en realidad, no contiene ningún ingrediente terapéutico activo. Puede tratarse de una pastilla de azúcar, una inyección con solución salina o incluso una cirugía simulada. Lo sorprendente es que, a pesar de no tener un principio activo, muchas personas reportan sentirse mejor después de recibirlo.

Esto no significa que todo sea “imaginario”. Los estudios científicos han demostrado que el efecto placebo puede generar respuestas fisiológicas reales. Por ejemplo, algunas personas han mostrado una reducción en el dolor, mejoras en el sueño, disminución de náuseas e incluso cambios en su presión arterial. Todo esto, simplemente por creer que están recibiendo un tratamiento efectivo.

¿Cómo funciona en el cuerpo?

Aunque no se conoce con exactitud cómo funciona, se cree que el efecto placebo está estrechamente relacionado con la expectativa, la confianza y la experiencia previa del paciente. Cuando una persona cree firmemente que un tratamiento va a funcionar, el cerebro puede liberar sustancias como endorfinas y dopamina, que actúan como analgésicos naturales.

También se ha visto que el efecto placebo puede activar regiones del cerebro relacionadas con la percepción del dolor, la emoción y la atención. En algunos estudios con resonancia magnética funcional, los pacientes mostraron cambios cerebrales reales tras recibir un placebo, lo cual indica que el efecto no es solo psicológico, sino también neurológico.

¿Qué tan efectivo puede ser?

En algunos casos, el efecto placebo puede ser tan poderoso como un tratamiento real, especialmente en enfermedades donde los síntomas son subjetivos, como el dolor crónico, la ansiedad o la depresión leve. Sin embargo, no reemplaza a los medicamentos o terapias médicas cuando se trata de enfermedades graves, como el cáncer, infecciones o trastornos metabólicos. En estos casos, el placebo puede ayudar a mejorar el bienestar general del paciente, pero no cura la enfermedad.

Por ejemplo, en ensayos clínicos, muchas veces se usa un grupo de control que recibe placebo para comparar los efectos reales del medicamento en prueba. Si el fármaco tiene efectos significativamente superiores al placebo, entonces se considera efectivo. Pero en ocasiones, incluso los placebos muestran tasas de mejora sorprendentes.

¿El efecto placebo tiene un “lado oscuro”?

Sí, también existe el efecto nocebo, que es lo contrario: cuando una persona cree que un tratamiento le va a causar daño, aunque sea inofensivo, puede experimentar efectos negativos como dolor, fatiga o náuseas. Este fenómeno también demuestra cómo las expectativas mentales pueden influir en la salud.

Además, aunque el placebo puede ser útil, no debe usarse para sustituir tratamientos médicos reales sin supervisión. Usar placebos como engaño puede romper la relación de confianza entre paciente y médico, lo cual es fundamental para cualquier proceso terapéutico.

¿Podría aprovecharse el efecto placebo en la medicina?

Algunos científicos y médicos exploran formas éticas de usar el efecto placebo para potenciar los tratamientos. Por ejemplo, crear entornos de atención médica más positivos, mejorar la comunicación con los pacientes o simplemente generar una atmósfera de confianza puede hacer que los tratamientos sean más efectivos, aunque se usen fármacos reales.

Incluso se han realizado experimentos donde se dice abiertamente al paciente que está recibiendo un placebo, y aun así se observan mejoras. Esto sugiere que el simple acto de recibir atención y cuidados puede activar mecanismos de autocuración en el cuerpo.

Conclusión

El efecto placebo nos recuerda algo fundamental: la mente y el cuerpo están profundamente conectados. Aunque no es una cura mágica, sí puede influir en cómo percibimos los síntomas, cómo responde el cuerpo y cómo nos sentimos en general. Entender este fenómeno no solo nos ayuda a ser pacientes más informados, sino también a valorar el poder de nuestras creencias, emociones y pensamientos sobre la salud.

Referencias y recomendaciones

Gobierno de México. (2022). El poder del placebo: cómo funciona y qué nos dice sobre la mente humana. Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz. Recuperado de https://www.gob.mx/inprfm

Muñoz, J. (2020). ¿Qué es el efecto placebo y cómo afecta tu salud?. UNAM Global. Recuperado de https://unamglobal.unam.mx

Salud180. (2021). Efecto placebo: cómo funciona y qué tan poderoso puede ser. Recuperado de https://www.salud180.com/salud-dia-dia/efecto-placebo-como-funciona

Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). (2019). ¿Puede el efecto placebo curar enfermedades?. Gaceta UNAM. Recuperado de https://www.gaceta.unam.mx