¿Qué son las fake news y por qué preocupan?
Las fake news son mensajes diseñados para manipular ya sea
mediante mentiras, exageraciones o fragmentaciones estratégicas de la verdad
con el objetivo de influir en las emociones y creencias del público. No siempre
nacen de malos actores evidentes; a veces circulan impulsadas por mecanismos
algorítmicos, burbujas informativas y sesgos cognitivos colectivos. Este
fenómeno se vio reflejado durante la pandemia de COVID-19, cuando circularon
afirmaciones alarmantes sobre vacunas que generaron pánico sin fundamento real.
En México, estudios indican que un número considerable de
personas no identifica correctamente una fake news: hasta un tercio de la
población desconoce cómo reconocer noticias falsas, y una buena parte llega a
compartirlas sin verificar su veracidad.
Pensamiento estadístico: una defensa a prueba de desinformación
El pensamiento estadístico implica comprender conceptos
clave como probabilidad, tamaño y representatividad de muestras, análisis de
tendencias y sentido de escala. Nos permite preguntar no solo qué dice una
noticia, sino que tan probable es que sea cierta, qué tan representativa es la
evidencia presentada y qué contexto se manifiesta para interpretarla bien.
Por ejemplo, al enfrentar una noticia alarmista sobre
vacunas, este enfoque lleva a cuestionar:
- ¿Cuál
es la fuente original de la afirmación?
- ¿Se
apoya en datos claros o en anécdotas?
- ¿Hay
estudios revisados por pares que respalden esa conclusión?
- ¿Cuál
es el tamaño real del efecto observado?
Aplicar este tipo de pensamiento no solo ayuda a detectar
noticias falsas, sino que fomenta la alfabetización mediática con herramientas
críticas y cuantitativas.
El caso de Nuevo León: percepción y estrategias ciudadanas
En un estudio realizado en el área metropolitana de
Monterrey (Nuevo León), se encuestó a 743 personas sobre su percepción de las
fake news. Aunque el concepto era ciertamente conocido y el problema percibido
como grave, muchas personas creían que las noticias falsas afectan más a los
demás que a ellas mismas —un ejemplo del sesgo de “tercera persona”. Además, se
identificó una brecha generacional: las personas mayores usaban menos
estrategias para verificar información y se sentían menos capaces de detectar
desinformación.
Esto revela una necesidad clara: promover el pensamiento
estadístico como parte de la educación digital para toda la población y
especialmente en grupos vulnerables a la sobreconfianza o a los sesgos
emocionales.
El papel de la divulgación científica y la verificación en México
Iniciativas como Verificado 2018 jugaron un papel crucial
durante las elecciones federales llevadas en México en el año 2018. Este proyecto colaborativo
entre medios, universidades y organizaciones civiles permitió verificar y
desmentir noticias falsas, llegando a millones de personas mediante redes sociales
y WhatsApp. Su éxito demuestra que la combinación de periodismo riguroso, uso
de datos claros y canales digitales pueden mitigar eficazmente la
desinformación.
La divulgación científica también es esencial. Al explicar
cómo se generan los datos, cómo funcionan los estudios y por qué hay
incertidumbre, los divulgadores fortalecen la percepción pública de la ciencia
como una fuente de conocimiento confiable, no dogmática, sino fundamentada en
evidencia que pueda ser medible.
Hacia una ciudadanía informada y estadísticamente consciente
Para enfrentar las fake news con éxito, se requieren
estrategias que fortalezcan el pensamiento estadístico en la población y
empoderen a la ciudadanía. Algunas propuestas prácticas que podrían ayudar a los receptores de la información son:
- Incorporar
alfabetización estadística en los programas escolares y comunitarios,
enseñando desde edades tempranas conceptos como proporción, variabilidad y
significancia.
- Fomentar
iniciativas comunitarias de fact-checking (verificación de hechos), adaptadas a contextos locales y
con lenguaje accesible.
- Promover
divulgación científica cotidiana, mediante blogs, redes sociales y medios
locales, donde se expliquen noticias de actualidad desde un enfoque
numérico y crítico.
- Difundir
herramientas en línea para verificar datos: bases abiertas,
visualizaciones interactivas, explicaciones sobre cómo leer gráficas y
entender probabilidades.
Al adoptar el pensamiento estadístico como una herramienta
de resistencia frente a la desinformación, la sociedad no solo aprende a no
compartir fake news, sino también a valorar el conocimiento basado en evidencia
y a proteger su capacidad de decidir con fundamento.
Referencias y recomendaciones
- Catalina-García,
C., Molina, R. G., & otros. (año no especificado). Percepciones y
estrategias ciudadanas ante las fake news en Nuevo León, México. Revista
Virtualis.
- Eleconomista
(México). (3 de junio de 2021). Fake news y ciencia: los retos de la
divulgación científica en tiempos de Covid-19. El Economista.
- Parametría
/ Animal Político. (10 de abril de 2018). El 22 % de los mexicanos
comparte noticias sin saber si son reales: Parametría. Animal Político.

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